Foro Inade
Expertos concluyen que el empresariado gestiona de forma inadecuada su mayor riesgo, la pérdida de beneficios
El análisis de los resultados del "Barómetro de Riesgos 2018. Los principales riesgos a los que se enfrentan las empresas" centró la última sesión del Foro Inade, celebrada el pasado lunes en la Facultad de Derecho de la Universidad de A Coruña.
El barómetro es elaborado anualmente por Allianz Global Corporate & Specialty SE (AGCS) de ahí que la primera ponencia del Foro Inade fuese impartida por Juan Manuel Negro, director general de la compañía. Además de él, participaron en la mesa redonda posterior el director del Departamento Jurídico de Puentes y Calzadas, Paul Fernández-Curros, el responsable del Departamento Jurídico de GADISA Retail, Juan Antonio Astray, y el director de la Asesoría Jurídica de Grupo Losán, Alberto de Artaza, moderados por el director de Fundación Inade, Adolfo Campos.
Juan Manuel Negro presentó en primer lugar los principales riesgos, que se recogen de un estudio sobre la opinión de más de 1.900 expertos en gerencia de riesgos de 80 países diferentes. Así, repasó los diez principales riesgos percibidos a nivel global como lo son la pérdida de beneficios, los accidentes cibernéticos, las catástrofes naturales, la volatilidad de los mercados, los cambios legislativos, el incendio y la explosión, las nuevas tecnologías, la pérdida de reputación y el valor de la marca, el riesgo político y el cambio climático.
A continuación, tomó la palabra Paul Fernández, que indicó que en el sector de la construcción los riesgos más preocupantes son las catástrofes naturales y el riesgo político, indicando asimismo que hay un gran número de riesgos que no pueden ser transferidos a la industria aseguradora, por lo que se hace necesario implantar una correcta gestión de riesgos en la empresa.
Por su parte, el representante de la empresa de distribución alimentaria GADISA llamó la atención de los asistentes sobre cuatro aspectos que deben tenerse en cuenta en el presente ejercicio y que afectan a las responsabilidades de los consejeros y directivos: la sentencia del Tribunal Supremo de 26 de febrero de 2018 sobre la retribución de los consejeros ejecutivos que debe figurar en los estatutos de la sociedad y controlarse por la Junta General, la implantación de los programas de prevención de delitos penales, la entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos y el derecho de separación de socios por no repartición de dividendos.
Por su parte, Alberto de Artaza consideró que en el sector maderero hay dos riesgos que se deben tener muy en cuenta. Por un lado, los riesgos laborales, dadas las consecuencias que puede tener la aplicación del Baremo de accidentes de tráfico y el recargo de prestaciones a la Seguridad Social sobre las indemnizaciones; y por otro, los riesgos medioambientales.
El mayor riesgo, la pérdida de beneficios
Los participantes de la mesa redonda coincidieron en que el mayor riesgo al que se enfrentan las empresas es la pérdida de beneficios (que puede tener su origen en diferentes causas, principalmente los ataques cibernéticos y la interrupción de la cadena de suministros), y consideran que este riesgo no está siendo gestionado adecuadamente por los empresarios, existiendo una importante deficiencia en su transferencia a la industria aseguradora. Los errores más comunes se cometen al fijar la suma asegurada, los periodos de paralización e indemnización o la determinación de las causas que originan estas pérdidas. Prueba de ello es que el Consorcio de Compensación de Seguros viene demandando mayor cobertura de este riesgo, ya que son muchas las ocasiones en las que la paralización que sufren las empresas a consecuencia de un riesgo extraordinario no lleva aparejada indemnización suficiente para cubrirla.
Durante el transcurso del debate se puso de manifiesto que Galicia está experimentando una evolución positiva en la introducción de la gestión del riesgo entre el tejido empresarial, aunque aún queda camino que recorrer. Los participantes consideran que las actividades que se vienen realizando desde la Fundación, en especial las vinculadas a la Universidad, conforman el camino adecuado para fomentar esta cultura en gestión del riesgo y el seguro en el tejido productivo.