El objetivo de la jornada era explicar el funcionamiento de una de las soluciones tecnológicas existentes en el mercado para dar cumplimiento a la nueva obligación, desde el pasado 14 de mayo, de que las empresas registren la jornada de sus trabajadores. Desde Asime se recomienda apostar por un sistema que permita digitalizar los datos y llevar un cómputo diario que permita comprobar los excesos y defectos de la jornada diaria, a fin de garantizar que no se exceden los límites establecidos por las diferentes normas laborales. En este sentido, Jorge Cebreiros destacó que “el registro de jornada es algo abalado por la normativa europea que ha llegado para quedarse.” Además, hizo hincapié en que “aunque llega como una imposición, en realidad es una oportunidad, que nos permitirá optimizar los procesos y la organización dentro de las empresas”.

Entre las cuestiones que más interesan, desde el punto de vista empresarial, están delimitar correctamente qué es tiempo efectivo de trabajo, qué es tiempo a disposición de la empresa o qué se considera tiempo de desplazamiento, así como qué tratamiento debe dársele para poder reflejar fielmente la realidad tanto en las nóminas como en los registros, y dando con ello cumplimiento a todas las normativas de aplicación en materia laboral y de prevención de riesgos.

Helena Mariño del Departamento Jurídico de Asime, destacó que “se hizo especial incidencia en la importancia de recordar que esta información permite identificar a los trabajadores individualmente considerados, por lo que queda sujeta a la normativa de protección de datos. Por ello, hay que seguir las previsiones que aplican para evitar infracciones derivadas de una brecha de seguridad o un acceso por personas no autorizadas”.