Del total de empleados, entre Santander y Popular, 1.585 empleados saldrían de las entidades mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, mientras que los restantes 575 serían reubicados en puestos similares dentro del grupo financiero, como parte del proceso de integración de los servicios centrales de los dos bancos. Banco Pastor quedaría excluido de este ajuste, según comunicó la Dirección de Banco Santander esta semana a los sindicatos.

En Galicia se verían afectados, por parte de Banco Popular, un centro de apoyo en Orillamar y Cantón Pequeno, en A Coruña, y otra unidad de apoyo en Santiago de Compostela, en la plaza de Vigo. En lo relativo a Banco Santander, está afectada la Territorial de A Coruña y un centro de apoyo en Durán Loriga. A falta de que se confirmen el número de personas afectadas, la primera evaluación de FeSMC-UGT estima que la cifra puede ascender la cerca de 200 personas en Galicia.

El sindicato considera demasiado elevado el número de empleados afectados, cuando se trata de una empresa  "que a setembro publica uns beneficios de 5.077 millóns de euros, un 10,2 por cento de incremento (xa cos cargos do Popular)". "Hai que rebaixar o número total, aumentar as recolocacións para evitar destrución de emprego e rebaixar a idade de 58 anos sinalada polo banco para acollerse ás prexubilacións", propone. UGT insiste en reducir la cifra global de afectados, evitar la movilidad geográfica, especialmente en las sedes fuera de Madrid y aumentar las prejubilaciones. El sindicato no descarta movilizaciones si no se dan las condiciones de un acuerdo "equilibrado, non traumático e voluntario".

La próxima reunión informativa entre Dirección y sindicatos tendrá lugar el 13 de noviembre y el día 16 está previsto que se constituya formalmente la mesa de negociación del ERE.