UGT-FICA entiende que se trata de la decisión más adecuada para todas las plantas y los trabajadores del Grupo Ferroatlántica en España, "al desarrollar unas garantías de empleoy de inversiones que, en la actual situación de crisis del sector, tenemos pocas ocasiones de negociar", señala en un comunicado, en el que hace también referencia a la situación de deuda que atraviesa el grupo propiedad de Villar Mir.

Para el sindicato, el objetivo del preacuerdo es que Ferroatlántica se dote "de un plan de futuro, de inversiones y de garantía de empleo que, de lo contrario y de no alcanzar los fondosnecesarios, la empresa sostiene que se llegaría al cierre de centros,expedientes, despidos y deslocalización de actividades".

En el preacuerdo se recoge que la parte social "no tiene potestad ninguna para definir de dónde se van a obtener los fondos por parte de la empresa, dentro de su potestad organizativa, aunque siempre dentro de la legalidad y bajo la vigilancia de los sindicatos que no aceptaremos ninguna decisión que pueda llevar a una pérdida de capacidad productiva y ponga en riesgo los puestos de trabajo".

El preacuerdo, que fue apoyado por los sindicatos UGT, CCOO, USO y SU, hace referencia a una inversión de más de 200 millones de euros, de los cuales 160 se destinarán a nuevas instalaciones; la creación de 376 empleos propios, lo que supondría un incremento de la plantilla de más del 40%, así como la garantía de empleo de varios años para la plantilla actual.

Quien se ha desmarcado del preacuerdo, ya que ni siquiera asistió a la reunión en Madrid en la que se firmó, ha sido la CIG, que considera que solo busca legitimar la venta de las centrales de Ferroatlántica en la Costa da Morte.