Según indicó el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la reunión del Consello, se trata de un plan específico, ambicioso y reforzado, que se enmarca dentro de la política de la Xunta de utilizar todos los medios para detectar y corregir las prácticas irregulares en esta materia, siendo lo prioritario la protección de los trabajadores y la calidad del empleo. Las áreas de actuación del plan son la prevención de riesgos laborales, empleo y relaciones laborales, seguridad social y economía irregular.

En el marco de este Plan de inspección laboral se realizarán un mínimo de 34.800 actuaciones, un 3% más que en 2018, con especial atención al sector de la hostelería, al control de las horas extraordinarias, de los salarios y de los falsos autónomos, y al seguimiento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

La actividad de la Inspección Laboral en Galicia permitió el año pasado transformar más de 7.900 contratos en indefinidos, que afloraran cerca de 5.200 empleos sumergidos y que se detectaran más de 1.700 casos de falsos autónomos.

Lucha contra el fraude

La Administración autonómica desarrolla, además de este plan, uno específico para la lucha contra el fraude en las empresas y que permitió en los nueve primeros meses de 2018 llevar a cabo más de 3.600 regularizaciones. Los sectores en que se produjo el mayor número de regularizaciones fueron el comercio, la industria manufacturera, la hostelería y la educación. Esta hoja de ruta específica permitió también entre enero y septiembre del año pasado transformar otros 3.327 contratos temporales en indefinidos.