José Luis Prada, fundador de Prada a Tope y gerente del Palacio de Canedo en Cacabelos, narró anécdotas y enseñanzas de su intensa vida desde que con 15 años empezó a trabajar en la zapatería de su padre. Su inagotable inconformismo - que recomendó como aliado a sus oyentes - fue el causante de pasar de una actividad a otra, siempre innovando para avanzar y alcanzar todas las metas que se marcaba.

Pionero en muchos ámbitos, defensor a ultranza de la tierra y el medio ambiente, en su Bierzo natal vio enormes oportunidades en el campo y sus productos, y precisamente esa defensa que hace del cuidado y el amor por lo propio fue uno de los motivos por los que AJE quiso contar con él para un desayuno con jóvenes empresarios, pues en palabas de su presidente Lois Babarro ‘lo que nos gusta de este hombre y la razón por la que lo invitamos es porque ha sabido siempre poner en valor los productos y tesoros de su tierra, y es un ejemplo espectacular de cómo conseguir riqueza y puestos de trabajo con lo que tenemos alrededor y que, por desgracia muchas veces ni utilizamos y hasta menospreciamos’. ‘Y eso ocurre, añade, hasta que llega gente de fuera que alaba lo que uno ha pasado por alto, y entonces empezamos a valorarlo’.

De su larga trayectoria, Prada aprovechó su charla con los más jóvenes para aconsejarles que tengan perseverancia, que cuiden el marketing del producto y al cliente; y dio muestras de que, a sus 70 años, está en continua evolución, siempre innovando para seguir adelante. ‘Ha sido una experiencia perfecta de una vida digna de admirar, tiene un carácter inconformista y nos ha aconsejado precisamente eso, que no nos conformemos con lo primero que hacemos, que hay que tener un montón de metas y no quedarse nunca quietos’, resaltaba Ana Méndez del encuentro.