La delegada del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Teresa Pedrosa, ha manifestado su total compromiso para que este trabajo que ahora comienza pueda pasar del papel a la realidad en el menor tiempo posible. Pedrosa cree que es posible instalar en los espacios de la Panificadora el Museo y Centro del Pan de Galicia que trabajaría en dependencia del Centro de Evolución Gastronómica, que se ubicaría en otro emplazamiento. Sobre los primeros estudios de la propuesta ganadora, la delegada también valora que los diversos usos se abran la participación de otras instituciones públicas y den la entrada también a la iniciativa privada “al convertir la Panificadora en un proyecto colectivo, este tendrá más posibilidades de ser un revulsivo para la recuperación del corazón de la ciudad” declaró.

“El Museo do Pan es una idea muy interesante que nos propusieron desde la asociación de panaderos y pasteleros de la provincia y que nosotros valoramos como muy factible”, dijo Pedrosa, quien quiere que este sea un centro que vaya más allá de museo “un centro del pan vivo, interactivo y transversal” que combine un espacio expositivo con antiguas máquinas, con una biblioteca culinaria y un obrador-escuela desde el que poder investigar sobre las nuevas tendencias de la panadería de la mano del Centro de Evolución Gastronómica. El espacio estaría dotado también de un laboratorio de análisis de materia prima y producto terminado que capaz de certificar la ausencia o presencia de diferentes patógenos. El Museo do Pan revalorizaría el edificio de La Panificadora, con su silueta inconfundible de los silos, y lograría ser un elemento de atracción para el nuevo turismo industrial que ya es una corriente en alza en muchas ciudades europeas.

Intercambio de usos de los espacios

Pedrosa ha dicho que los equipos técnicos del Consorcio ya están valorando el intercambio de usos entre los dos espacios asignados a la gestión de Zona Franca, un espacio de mil metros cuadrados en planta baja que la propuesta ganadora proponía para coworking y otros 500 metros en primera planta para el Centro de Evolución Gastronómica. Desde la institución se ve "lógico" que el Centro del Pan ocupe el espacio en planta baja y que al coworking se destine la primera planta. Sobre el coworking Pedrosa adelantó que se destinaría principalmente a trabajo colaborativo de las industrias culturales.