Reunión telemática con el responsable de la Europe Batteries Alliance
Vigo lucha por acoger una planta de baterías
La Europe Batteries Alliance es una organización que trabaja por un sector estratégico, el de las baterías para vehículos eléctricos, que en 2023 generará un millón de empleos en la Unión Europea. Con este encuentro con su máximo responsable, los representantes de las instituciones viguesas quisieron exponer las fortalezas del proyecto vigués para acoger una de estas fábricas.
Como argumentos de fuerza, los principales responsables del área viguesa expusieron el hecho de que, en 2019, las diferentes plantas de España produjeron 2.772.523 vehículos de los que 500.000 lo hicieron en la planta de Vigo del Grupo PSA y que, para cambiar esa producción hacia los coches eléctricos, será necesario tanto renovar líneas de producción como producir componentes específicos, entre los que destacan las baterías.
Para conseguir un equilibrio territorial y minimizar la huella de carbono del sector, los tres dirigentes explicaron la propuesta que mantiene Zona Franca de Vigo y que se está desarrollando en dos frentes, una con el Gobierno de España y otra con la Unión Europea. Avalada ya por el Ministerio de Energía, el Consorcio vigués propugna una estrategia similar a la que en su día diseñó en España tres zonas francas, una en el arco mediterráneo, otra en el Atlántico y otra en el sur. De este modo, la distribución idónea para este siglo XXI es que una planta de baterías se instale en Barcelona, tal y como ya se ha anunciado en las instalaciones de la antigua Nissan; otra en Extremadura, para aprovechar la sinergia de la extracción de litio en sus tierras y otra en Vigo, por ser el centro de producción de automóviles del noroeste peninsular y contar con las ventajas de su posición en la fachada atlántica para el transporte marítimo de componentes. Cada una de estas plantas tendría una producción aproximada de 200.000 baterías de ion-litio con las que conseguir la plena autonomía Ibérica que se estima en 600.000 unidades para la siguiente década.
Durante el encuentro, el eslovaco Maros Sfecovic, habló de como la fabricación de baterías es un factor clave para abastecer la creciente demanda de vehículos eléctricos y de la necesidad urgente de que Europa produzca baterías sostenibles respetando la normativa medioambiental y reduzca su dependencia de Asia. Avalando ese planteamiento, los dirigentes vigueses insistieron en la necesidad de un diseño que no solo tenga en cuenta a Francia, Alemania, países nórdicos y a Hungría ya que esa es una tendencia que está dejando de lado al sur de Europa a pesar de los grandes recursos estratégicos que se encuentran en países como España y Portugal. “Y dentro de la península -añadió David Regades, delegado de Zona Franca- el equilibrio que aportarán las tres plantas entre las que se encuentra la de Vigo, es fundamental para la electrificación de la movilidad y la transición energética hacia un mundo sin emisiones de CO2 a la atmósfera”
Creación de 10 a 20 fábricas de baterías
La UE aspira a disponer a partir de 2025 de un mercado de baterías de 250.000 millones de euros para lo que será necesario instalar de 10 a 20 gigafábricas entre 2023 y 2025, según los cálculos del Ejecutivo comunitario, que en diciembre del pasado año ya aprobó un paquete de ayudas de Estado de 3.200 millones de euros. Este año, España se ha puesto como prioridad no quedar en segundo puesto en este desafío global y Vigo está dentro de esa “estrategia país” tal y como dijo el delgado del Estado en Zona Franca.
Regades también expuso las ventajas que el desarrollo e implantación de la planta de baterías tiene al contar con el respaldo institucional y las facilidades que se pueden dar para que sean los terrenos de la PLISAN donde se ubique la fábrica, lindantes con la frontera con Portugal y perfectamente comunicados con salidas por carretera, ferrocarril y líneas marítimas. “Vigo tiene una mano de obra muy cualificada, un clúster de la automoción puntero en I+D y apostamos con fuerza por este proyecto que tendrá ventajas que cooperen en la solución a los problemas ambientales y también será una palanca de crecimiento económico para la zona”, concluyeron los representantes de las instituciones viguesas.