Análisis de Grupo Colmeiro
Venezuela: la maldición de un país bendecido por la naturaleza
El mundo entero mira hacia Venezuela a la espera de saber cuál puede ser la salida de la encrucijada política en la que está inmerso el país a partir de la auto proclamación del presidente de la Asamblea Nacional.
Y es que, a pesar de que parece evidente que la solución a la crisis se producirá dentro del país, son muchas las razones por las cuales las potencias, con Estados Unidos a la cabeza, seguidos de Rusia, China y la propia UE mantienen una constante presión en favor de uno u otro bando.
Tres analistas del Grupo Colmeiro intentan aportar una reflexión personal al momento que vive Venezuela.
Desde Brasil el economista y profesor Francisco Serralvo, considera que el contexto general de la región ha provocado un incremento de la presión contra Maduro al no reconocer su segundo mandato, resultado de unas elecciones ampliamente contestadas por la oposición y la comunidad internacional.
“La presión internacional ha aumentado, exigiéndole a Maduro que convoque elecciones válidas so pena de no reconocerle. Sin embargo dicha presión no parece surtir efecto, de un lado porque los militares -principal apoyo de Maduro- no quieren cambio de gobierno, ya que son los mayores beneficiados del actual estado de cosas, sobre todo con los beneficios derivados del tráfico de drogas.” Sarralvo, especializado en la economía latinoamericana, advierte que “Colombia, país vecino, posee el mayor área de cultivo de hoja de coca del mundo, y Venezuela tiene la gasolina más barata (de la que se extrae el disolvente para el procesamiento de la hoja de coca). Resultado, una producción estimada por lo especialistas en más de 900 toneladas año.”.
Por otro lado, Venezuela cuenta con dos apoyos internacionales de peso, añade Serralvo, Rusia y China, que juntos ya invirtieron más de 80 mil millones de dólares en el país, y la garantía del retorno de esa inversión es el mantenimiento del gobierno actual. “Es este un hecho que reduce la posibilidad de acciones externas y genera relativa tranquilidad a Maduro”.
Serralvo no confía en una posible salida propiciada por un revuelta de los militares de baja graduación. “Esto parece poco probable, dada la reciente frustrada tentativa de levantamiento de 27 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, encabezada por el sargento Brandes Figueroa”.
Para el profesor brasileño Venezuela vive “días difíciles para una sufrida y golpeada población, que está a merced de un gobierno que nada hace de positivo para su pueblo, salvo mantenerse en el poder y seguir disfrutando de ventajas ilícitas”.
Una disminución del PIB superior al 10%
Para el catedrático en Economía Aplicada de la USC, Luis Caramés, se cierne sobre Venezuela “Una especie de maldición para un país bendecido por la naturaleza, pero cuya desgracia, originada en principio por gobernantes corruptos, cuyo último exponente fue Carlos Andrés Pérez, es producto de políticas que han sumido al país en un círculo pernicioso”.
El profesor Caramés añade que “la economía venezolana con Maduro ha llegado en 2018 a una disminución del PIB superior al 10%.
A su vez, la hiperinflación es una muestra de la dislocación de los sectores productivos, prácticamente sin precedentes en el mundo. A todo ello, ha de añadirse el desabastecimiento generalizado.
La violencia es otro pasivo social, con una ciudad como Caracas con tasas de asesinatos superiores a las de la Ciudad de México.
A juicio del economista América Latina asiste a una onda de crecimiento, pero la Venezuela actual no está en condiciones de aprovecharla y, después de haber sido uno de los países más ricos del continentes, lastre su pobreza durante mucho tiempo.
Punto de no retorno
Ángeles Fernández Ramil, analista política que ha vivido parte de su vida en Venezuela -como miles de gallegos- cree que aún no se puede hablar de un cambio político en el país. Pero si considera que esta arremetida de la oposición supone un punto de inflexión en relación a los intentos previos y afirma que “nos hallamos frente a un punto de no retorno”.
La politóloga piensa que Maduro ha quedado “descolocado” y la prueba de ello es que su respuesta es la misma de siempre, la de “ofrecer un diálogo que ya se sabe cómo terminó en el pasado, con la neutralización de la protesta social, permitiéndole retomar la iniciativa.
“El uso de dicha táctica, en el actual momento, no le resulta tan factible: enfrenta a una oposición, cuyo desafío será mantenerse unida, conducida por un líder joven, carismático y que apela a la unidad del país mediante la oferta de un plan, algo que se no se había escuchado por décadas. Igualmente, el factor internacional está resultando crucial ejerciendo presión y, en ello, la diáspora de tres millones de venezolanos juega un papel preponderante”.
Para Ángeles Fernádez Ramil serán “cruciales las ofertas de aministía que se ofrecerán a los militares quienes, de seguro, estarán viendo cómo han resultado ofertas similares en transiciones a la democracia previas, así como la necesidad de control y unificación del uso de la fuerza en un país donde, a las FFAA, se suma una milicia paralela de más de un millón seiscientas mil personas".