La huelga afectará a todas las tiendas en A Coruña de las distintas marcas de Inditex: Zara, Zara Home, Stradivarius, Bershka, Pull&Bear, Oysho, Tempe, Lefties, Massimo Dutti y Kiddy's Class. En alguna cadena las trabajadoras están estudiando ampliar la huelga al día anterior, el jueves 24 de noviembre.

La decisión de convocar huelga fue aprobada en las asambleas y consultas en las tiendas realizadas por la CIG a lo largo de esta semana y de la pasada en A Coruña, Ferrol y Compostela, después de la manifestación del 6 de noviembre. Y aunque la representación de los trabajadores esperaba algún avance en la junta convocada este jueves por Inditex que permitiera llegar a acuerdo, Inditex no mejoró en nada su anterior oferta, señalan desde el sindicato.

La única oferta de la multinacional fue un incremento de 20 euros más en el primer año, pero sin variar la cantidad final a los tres años, que sigue fijada en los 182,93 euros. Para las delegadas de la CIG este incremento resulta totalmente insuficiente toda vez que sus retribuciones llevan tres años casi congeladas, y en muchos casos empeoraron, debido al descenso de las comisiones.

"Na provincia onde está a sede de Inditex e onde vive o home máis rico do Estado español, as traballadoras das tendas non chegamos a fin de mes. O único que pedimos é ter un salario e unhas condicións dignas como as que xa teñen noutras empresas", subrayan las delegadas de la CIG.

En este sentido recuerdan que cobran por el convenio colectivo provincial del comercio vario mientras en otras empresas del grupo, como las fábricas o los almacenes de logística, gracias a la batalla sindical, consiguieron que las retribuciones en categorías equivalentes sean el doble de lo que cobran ellas. Por eso, reiteran que seguirán defendiendo un incremento progresivo de sus sueldos hasta sumar 440 euros al mes en 2025.

Según recuerda la CIG, las dependientas de las tiendas de Inditex no sólo tienen los salarios más bajos del grupo, sino también peores horarios y jornadas, y ni siquiera disfrutan de mejoras económicas y sociales que sí tienen reconocidas las compañeras y compañeros de otras empresas, como el bono comedor, las ayudas por cuidado o las ayudas para guardería y adquisición de libros escolares.

En 2016, y después de las movilizaciones promovidas por la CIG, se consiguió firmar un acuerdo con Inditex que recogía mejoras en materia salarial y de contratación. Ese acuerdo se está intentando renovar ahora, pero la multinacional, exponen desde la parte sindical, se limita a ofrecer una "suba de miseria" que no corrige las "enormes diferencias" que existen con el resto de compañías del grupo.

Traslado de la negociación colectiva a Madrid

A esto hay que sumar, subraya la central sindical, el cambio en la política de relaciones laborales de Inditex que, especialmente desde la pandemia, está intentando alejar la negociación colectiva de los centros de trabajo para trasladarla a Madrid. De hecho, en las negociaciones actuales, la multinacional ni siquiera permite que las representantes legales de las trabajadoras asistan a las reuniones y sólo consiente la presencia de una persona representante por sindicato, para evitar así reconocer la mayoría "aplastante" de la CIG (próxima al 70% en la provincia de A Coruña).