A partir de indicadores oficiales, el estudio refleja pérdida de población (un 4,5% de sus habitantes desde 2008, 16.163 habitantes), reducción de la población activa (6.000 menos) y ocupada  (20.600 personas ocupadas menos), y un aumento de la población parada (14.600 parados más, un 146% más)  En estos años, 6.000 lucenses perdieron su ocupación, pero no pasaron a engrosar las listas de personas desempleadas. “E aínda que non se pode afirmar taxativamente, é un dos indicadores da emigración”, concluye el análisis de la Central Intersindical Galega.

En términos porcentuales, desde el inicio de la crisis Lugo perdió un 13,6% de la ocupación, un dato ligeramente inferior a la media gallega, que estuvo en el 15,3%. Aunque porcentualmente el sector que más empleos destruyó fue la construcción, en términos absolutos fue el sector primario el más perjudicado, con 8.300 ocupados menos. En el otro lado de la balanza, en el sector servicios se estiman 2.900 empleados más que en 2008, produciéndose el principal incremento en el último año.

Un 33,8% de los contratos duraron menos de una semana

Y a pesar de caer fuertemente la ocupación, el número de contratos alcanzó en 2015 un máximo histórico de 97.340. Un incremento que no se justifica en el aumento del empleo, sino en la rotación de los puestos de trabajo y la escasa duración de los contratos. De hecho, el 33,8% de los contratos firmados en Lugo el año pasado duraron menos de una semana.

Esta dato tiene consecuencias en el ingreso salarial medio, que descendió un 3,1% desde 2008, 551 euros menos. Solo el colectivo con ingresos inferiores a la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) creció en número en esta época (2.945 asalariados más que en 2009, hasta convertirse en el más numeroso, con el 18,5% del total. El salario medio de este grupo fue de 1.904 euros brutos al año.

Analiza también el informe de Natividad López las prestaciones por desempleo, que ahora solo reciben el 51,8% de los parados lucenses con derecho a prestación,, frente al 60% del año 2008. Se incrementaron en estos años las personas perceptoras de RISGA en un 188,6% y de ayudas de emergencia social en un 60%.

Además, el número de empresas registradas en la provincia de Lugo se redujo en un 4,8%, lo que equivale a 1.236 empresas menos. El dato no tiene en cuenta las empresas del sector primario, que tienen un peso importante en la provincia lucense. De las que resisten la crisis, el 62,4%  no tuvieron asalariados en 2014. Si se añade las que tenían una única persona asalariada, la cifra aumenta hasta el 85,3% de todas las empresas.