En la reunión de este jueves en Santiago, la Xunta y los sindicatos solicitaron a Vestas que los despidos no se hagan efectivos el 31 de diciembre y que, por lo tanto, no se cierre la factoría de A Mariña para evitar que se dificulte un posible proceso de venta. “Es fundamental para continuar con las conversaciones que se pueda adquirir una factoría que esté funcionando, una unidad productiva, y no un activo inmobiliario”, explicó Lorenzana. La titular de Emprego e Igualdade de la Xunta lamentó que la empresa se había negado “en rotundo” a ampliar el plazo para llevar a cabo los despidos y mostró su “preocupación” por que se pueda frustrar una posible venta “por el poco margen temporal que hay hasta el próximo 31 de diciembre”.

La conselleira señaló que la empresa sí aceptó la petición de la Xunta de reunirse con los tres posibles inversores identificados por el Gobierno gallego, ya que, según añadió, necesitan más datos. Lorenzana informó también, tras la reunión, de que la gestora nombrada por la empresa para buscar compradores tiene identificados a otros cuatro posibles inversores, mientras que el Estado, por su parte, por el momento, no encontró ninguno, aunque especificó que está buscando empresas a nivel internacional.

Además de los representantes de la Xunta, a la mesa industrial convocada por el Gobierno gallego acudieron representantes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, directivos de Vestas y representantes del comité de empresa y de los sindicatos.