En la visita, en la que estuvo acompañado por el secretario de Estado de Defensa y presidente del INTA, Agustín Conde, Feijóo ha aseverado que hacer crecer el polo tecnológico de Rozas significa: hacer crecer la industria gallega a través de la innovación y la tecnología; hacer crecer la formación y el empleo cualificado; y hacer crecer la provincia de Lugo y la de Ourense. Sobre este punto, ha precisado que 2018 será el año en el cual el presupuesto de innovación crecerá como en ninguno otro ejercicio, un 26%, más de 16 millones de euros.

Feijóo ha aprovechado la visita para hacer un balance de lo que fueron estos dos años y para evaluar nuevos objetivos comunes hacia el futuro. Con este objetivo, ha resaltado que próximamente se construirán los hangares para contribuir a la consolidación de la actividad y se desarrollará un plan director para prever el desarrollo futuro del área del CIAR.

A lo largo de su intervención, el titular del Gobierno gallego ha destacado también que las empresas y centros de conocimiento gallegos ya están empezando a comercializar algunos de los productos derivados de sus contratos con los socios estratégicos e industriales de Rozas. “Y también en los próximos meses, se pondrá en marcha una aceleradora para proyectos aeroespaciales, la Business Factory Aeronautic, que estará situada en el edificio de la antigua residencia de Lugo”, ha precisado.

Balance y nuevos proyectos de futuro
Feijóo ha destacado que hasta ahora, las diferentes actuaciones puestas en marcha en el polo tecnológico de Rozas movilizaron 150 millones de euros; consiguieron captar a atenciones de más de 200 empresas de diferentes partes del mundo; y generaron empleo a través de los 17 contratos ya firmados con empresas y centros de conocimiento gallegos que colaboran con esta iniciativa.

El responsable del Ejecutivo autonómico precisó que desde que Indra y Babcock, dos grandes multinacionales de la industria aeroespacial, fueron seleccionadas como socios tecnológicos e industriales en este proyecto, se desarrollaron en estas instalaciones 20 proyectos conjuntos para la fabricación de aviones no tripulados para uso civil.

Unos trabajo que, hasta el momento, dejan avances tan importantes como el Targus, el mayor dron civil de fabricación española que diseña Indra para ayudar en campos como la lucha contra incendios o la protección del medio marino. Los tres prototipos, en fase de ensayos, de Babcock, de la aeronave Lúa, un helicóptero no tripulado capacitado para hacer vuelos nocturnos; o el helicóptero Lumes, una versión del anterior pero de mayor tamaño y capacidad.

En total, 30 empresas y centros de conocimiento gallegos participan en el desarrollo de estos proyectos.

De manera paralela al trabajo que realizan Indra y Babcock, se abrió también una convocatoria con el resultado de 80 consorcios o UTES, formados por más de 150 empresas y centros de conocimiento, que se presentaron a las ocho licitaciones publicadas hasta el momento. Así, la planificación urbanística, el salvamento marítimo y la seguridad de la flota pesquera, la calidad de las aguas o la gestión forestal, son algunos de los ámbitos en los que trabajan para aplicar las nuevas tecnologías que se diseñen.