La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) ha expresado su preocupación por el avance del coronavirus y sus efectos pues "aún cuando el grado de afectación de la enfermedad en Galicia está por debajo de la media estatal, la autoridad sanitaria teme un importante incremento en los próximos días".

Para combatir los efectos de la crisis y sus consecuencias, la patronal coruñesa señala que las empresas de mayor tamaño están tomando medidas que afectan básicamente a los desplazamientos de su personal directivo y a la celebración  de reuniones. Sin embargo, la mayor parte del tejido empresarial coruñés está compuesto por pymes y micropymes, a las que les resulta complicado tomar algún tipo de medida al respecto.

"Además del impacto en la salud de las personas, la cual siempre ha de protegerse, el segundo gran problema detectado por las empresas es la huella económica que el coronavirus ha provocado en la vida de las mismas", expone la CEC en un comunicado. Por ello, y como principales medidas a adoptar en materia económica y de fiscalidad en sectores concretos especialmente afectados, la Confederación de Empresarios de A Coruña propone la reducción del Impuesto Sociedades, el aplazamiento del pago del IVA y de las retenciones de Hacienda, la ampliación de la tarifa plana para los autónomos, la rebaja en los módulos, deducción en el IRPF, así como suprimir las subidas fiscales anunciadas (tecnológicas y medioambientales) y habilitar líneas de crédito que faciliten la liquidez para pymes y autónomos

Posibilidad de aplicar ERTE

En materia de relaciones laborales, los empresarios de A Coruña proponen que se pueda regular un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) para supuestos de paralización de la actividad por coronavirus. Un ERTE que sea "automático, garantizando, eso sí, la protección de las personas trabajadoras y del/a empresario/a y con regulación clara de los supuestos y cumplimiento de requisitos, o un ERE en función de la gravedad", exponen.

Asimismo, la patronal coruñesa ve necesario dar respuesta a las personas trabajadoras que, sin estar afectadas por el virus ni en situación de aislamiento preventivo (por tanto no están en situación de incapacidad temporal), no puedan acudir al trabajo por tener que cuidar a los niños cuyos colegios han cerrado o cierren. En ese caso, "debería preverse la gestión de esta circunstancia, ya que los casos puntuales pueden ir solucionándose mediante vacaciones, días de asuntos propios o cualquier otra vía, pero sí afecta a un porcentaje significativo de plantilla el problema se convierte en importante", apuntan desde la CEC.

En todo caso, la Confederación de Empresarios coruuñesa estima que en los supuestos de afectación (sea por aislamiento, cierre o similares) "la empresa debería estar, como mínimo, exonerada del abono de cotizaciones sociales".