Visita del conselleiro de Economía al parque industrial de Pontedeva
La Xunta aportó este año cerca de un millón de euros para mejorar diez polígonos industriales ourensanos
La Xunta de Galicia apoya este año a los polígonos industriales de la provincia de Ourense con un millón de euros.
Así lo señaló el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, durante la visita que realizó al parque industrial de Trado, en Pontedeva, en donde recalcó que el Gobierno gallego quiere dar un impulso a los polígonos industriales a través tanto de las líneas de ayudas como de las medidas incluidas en la Ley de implantación empresarial.
El polígono de Trado es uno de los 61 parques empresariales gallegos que este año recibieron ayudas para realizar un total de 75 proyectos que la Xunta apoyó con más de cuatro millones de euros. En concreto, la actuación consistió en la ejecución de una vía de acceso de casi 150 metros de longitud dotado con los mismos servicios que las vías interiores, una obra que recibió una ayuda de 95.600 euros y que vino a completar la realizada el pasado año, también dentro de esta línea de apoyos. Desde 2012, este polígono accedió a 400.000 euros para su modernización con el objetivo de mejorar sus infraestructuras y hacerlo más atractivo y funcional para las empresas.
Trado, además, accederá el próximo año 2018 al Plan de banda ancha de la Xunta, al igual que el parque empresarial de Xinzo de Limia, localidad en donde previamente el conselleiro había mantenido un encuentro con empresarios y autónomos de la recientemente constituida asociación Prolimia.
“Todas estas medidas ayudan a generar oportunidades orientadas a captar nuevas inversiones y hacer mas competitivo el tejido empresarial”, aseguró. En la provincia de Ourense han sido diez los polígonos que han recibido este año ayudas similares, sumando cerca de un millón de euros.
En su visita al polígono de Trado, Conde explicó las ventajas de la Ley de implantación empresarial, que permite la urbanización parcial de las áreas empresarias ajustándose a la demanda real de suelo; facilita el pago aplazado y sin intereses en la compra de parcelas; y crea un censo para tener en tiempo real una radiografía del suelo industrial gallego.