El fin de año se acerca y el 2022 ha dejado en claro que la salida de la crisis causada por la pandemia llevará más tiempo que el que se esperaba. En ese sentido, los diversos pronósticos que se habían realizado para esta altura del año no se han logrado cumplir, así como tampoco ayuda la llegada de factores como la inflación, los problemas energéticos por la guerra entre Ucrania y Rusia, y los climas políticos convulsos en diversas regiones.

Ante este panorama poco alentador, los españoles y españolas se han volcado a nuevas alternativas que les permitan mejorar sus ingresos, o al menos lograr salvaguardar el valor de sus capitales. Para ello, han encontrado al socio ideal: las nuevas tecnologías, en especial aquellas vinculadas a las empresas fintech de España.

Este rubro se especializa en brindar respuestas de orden financieros a los nuevos problemas que tienen los usuarios en línea. El creciente boom en torno a las criptomonedas o el incremento de billeteras virtuales responde, justamente, al trabajo de estas firmas: actualizar y agilizar aún más al siempre dinámico sector financiero.

Así entonces, podemos hacer referencia al resurgimiento de la Bolsa de Valores como una alternativa de inversión. Operar en la Bolsa hoy en día es mucho más práctico y ágil, por lo que la cantidad de usuarios españoles que la prefieren puede observarse en las diversas plataformas. Como parte de este fenómeno, podemos hacer referencia a las próximas salidas a Bolsa, un componente importante a tener en cuenta.

¿Qué es una próxima salida a Bolsa?

Conocidas también como OPV, siglas de Oferta Pública de Venta de Acciones, una próxima salida a la Bolsa es el momento en el que una empresa o algunos de sus accionistas deciden colocar a la venta acciones en el mercado bursátil. Esta operación puede ser realizada tanto por empresas que cotizan hace años en el mercado como por aquellas que quieren empezar a capitalizar en la Bolsa.

También puede ser que conozcas a esta operación como OPI, siglas de Oferta Pública Inicial, que es cuando una nueva firma se cotiza en la Bolsa por primera vez. Mediante ese proceso, una empresa que antes era completamente privada decide poner en venta una parte de la firma a los compradores interesados en el público inversor.

Este proceso es muy frecuente dentro del campo de las startups en España: empresas jóvenes, mayoritariamente dedicadas a algún sector tecnológico, que encuentran un nicho en el mercado para explotar y sacar buenos rendimientos. Mediante la solidez de su funcionamiento, logran fortalecer aún más las expectativas y muchos inversores quieren ser parte de ese crecimiento.

A su vez, las próximas salidas a Bolsa son una manera que encuentran estas empresas jóvenes y pujantes de lograr recaudar una importante cantidad de fondos con el fin de asegurar no solo su crecimiento, sino también su expansión hacia nuevos públicos y sectores productivos.

En conclusión, un inversor ávido debe estar siempre al tanto de los próximos movimientos en el mercado de valores, ya que comprar acciones de una empresa que recién comienza puede ser un movimiento financiero muy inteligente. ¿Te imaginas haber tenido acciones de Google o Microsoft a mediados de la década de los noventa?