Así lo recoge la última Encuesta Estructural a Hogares, publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE), que analiza la composición, la situación económica y el gasto que realizan los hogares de Galicia.

La encuesta muestra una mejora de la situación económica doméstica. Así, el indicador que recoge el número de hogares que llegan con dificultad económica el fin de mes bajó por segundo año consecutivo, en esta ocasión 3,2 puntos, hasta situarse en el 49,5%, la cifra más reducida desde antes de la crisis. 

El estudio del IGE muestra igualmente que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de Galicia bajó 2,2 puntos en 2016, hasta el 20,3%, mientras que el número de hogares con carencia material severa también bajó el pasado año, del 6,6% en 2015 al 5,3% en 2016. En ambos casos, Galicia también muestra una mejor evolución que la media española, según reflejan los distintos estudios del Instituto Nacional de Estadística.

El organismo estadístico gallego constata en esta encuesta que en 2016 también hubo una importante reducción de la desigualdad, tal como refleja el indicador de distribución de la renta S80/S20. En 2016, este indicador –que pone en relación el quintil más rico y el menos rico de la población– bajó al 4,16, lo que supone una reducción de 3,4 décimas sobre el año anterior. Además, el resultado es prácticamente el mismo que el de 2009 (4,13)

En qué gastan los hogares

En cuanto a los gastos más importantes que asumen las familias gallegas, el estudio muestra que el 18,8% de los hogares en Galicia afronta una hipoteca de la vivienda principal, con un gasto medio de 395 euros al mes, mientras que el 12,8% de los hogares reside en una vivienda de alquiler, con un gasto medio mensual de 303 euros. En todo caso, el estudio indica que en 2016 bajó el número de hogares que tienen hipoteca, mientras que aumentó el de los que viven en alquiler.

Respecto a la fuente de los ingresos, la recuperación del mercado laboral ha supuesto un incremento de los hogares cuya principal fuente de ingresos es el trabajo, que pasó del 52,8% en 2015 al 54,4% en 2016. Por el contrario, los hogares cuya principal fuente de ingresos son las prestaciones bajaron del 44,7% al 43,7%, y el 1,9% restante tiene como fuente de ingreso principal las rentas y otros ingresos.