“Trabajamos para hacer de Vigo la capital de la investigación marina y pesquera de nuestro país”, ha apuntado el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones. Un impulso que se concreta a través del Ministerio de Ciencia e Innovación, en inversiones de calado en la ciudad, y que destinan 85 millones de euros en el nuevo buque; 16 millones de euros comprometidos para la construcción de la nueva sede del Instituto de Investigaciones Marinas en la ETEA y 5 millones de euros para mejorar las instalaciones del Centro Oceanográfico de Vigo. Además, Miñones ha recordado que siete de los diez barcos que conforman la flota científica española tienen su sede en Vigo y ha puesto en valor cómo la ciencia ha hecho que la industria naval viguesa sea referente mundial en la fabricación de buques oceanográficos, con especial significación en el astillero Armo.

En la visita a las instalaciones del astillero, el delegado del Gobierno ha estado acompañado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero; la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; el delegado del CSIC en Galicia, Javier Rey, y el director del Instituto Español de Oceanografía, Javier Ruiz. Allí pudieron conocer los avances en la construcción del barco de la mano del director del astillero, Santiago Martín.

Barco oceanográfico Odón de Buen

Armón en Vigo fue el astillero seleccionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para construir este nuevo barco, que supone una inversión de 85 millones de euros. Las obras comenzaron el pasado mes de mayo. El buque llevará el nombre de Odón de Buen, fundador de la oceanografía en España.

El barco multivalente tendrá 84,3 metros de eslora y 17,8 metros de manga, tendrá capacidad para albergar a 58 pasajeros y su autonomía será de unos 50 días de navegación. Su equipamiento utilizará tecnología de vanguardia para estudiar los ecosistemas, hábitats y fondos marinos en todos los océanos del mundo, incluidas las zonas polares, y en profundidades superiores a los 6000 metros.

El proyecto cuenta con los sistemas más avanzados para respetar el medio ambiente mediante herramientas para evitar derrames de combustible, para controlar las emisiones de gases a la atmósfera o para usar gas como combustible.

Asimismo, está especialmente diseñado para ser silencioso, un aspecto fundamental tanto para observar el océano, produciendo el mínimo impacto y alteración a los organismos marinos como para el trabajo con ecosondas científicas.