El titular de Economía, Francisco Conde, resaltó el interés de Galicia de expandirse hacia nuevos mercados. En este sentido, recordó el reciente primer viaje del Gobierno gallego a China para analizar futuras vías de negocio con varias multinacionales, fruto del cual, una de esas grandes empresas, Sanghai Fisheries, confirmaba en Galicia hace unos días sus planes de consolidar su inversión en la conservera gallega Arbo.

Este camino es, según Conde, el que el tejido productivo gallego tiene que seguir. Al respecto, puso en valor que para conseguir este objetivo a industria gallega cuenta con innovación, talento y calidad y existen sectores de interés mutuo entre la Comunidad gallega y los países de Asia y el Pacífico como son la piedra natural y la madera; la agroalimentación, la pesca y la acuicultura; el textil; la automoción; y los vinculados a las energías renovables, a la maquinaria y los productos farmacéuticos. Por ejemplo, el naval gallego ya se abrió paso en países como Indonesia y Australia.

En palabras del conselleiro  la innnovación y el desarrollo tecnológico son la credencial y la imagen de marca de la industria gallega, apuntando que el naval gallego está convirtiéndose en un referente internacional en el campo de la eólica offshore, un sector en el que explicó, además, que ya está presente el modelo de la Industria 4.0. Indicó, asimismo, que la innovación está presente en el polo aeronáutico de Rozas, en el sector de la automoción y en el ámbito agroalimentario. “Nuestro deseo hoy es que el mercado Asia-Pacífico conozca, confíe y apueste por el saber hacer de nuestra industria para que la inversión internacional en el tejido empresarial gallego se produzca en un doble sentido”, añadió.

Aumenta la inversión extranjera en Galicia

Durante el primero trimestre del año, la inversión extranjera en Galicia se multiplicó por cuatro en comparación con el mismo período del año anterior, llegando a los 86,5 millones de euros. En este sentido, la Xunta trabaja para que las empresas que quieran implantarse en Galicia paguen menos impuestos; tengan que realizar menos tramitación administrativa para instalarse o poner en marcha un negocio; y para ofrecerles suelo industrial a bajo coste.