Según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, estos datos refuerzan la convicción del Gobierno gallego de volver a cumplir en este 2017 el objetivo de déficit, que el Consejo de Política Fiscal y Financiera situó en un 0,6%, y así está fijado también en los Presupuestos de la Xunta.

Después de recordar que el cumplimiento del objetivo de déficit fue posible por la buena ejecución presupuestaria conseguida en 2016, que fue del 100,9% del gasto no financiero, Feijóo destacó que el Gobierno gallego volvió a reforzar en 2016 el gasto social y los gastos de capital, correspondientes sobre todo a las inversiones. Así, respecto al gasto social, se destinaron 70 millones más al gasto corriente en sanidad, 38 millones más a la atención a la dependencia, 30 millones más a la promoción del empleo y 5 millones de euros al gasto corriente en centros escolares y transporte escolar.

En cuanto a los gastos de capital, a falta de que el Ministerio de Hacienda publique los datos de cierre de ejercicio, Galicia se consolida como la segunda comunidad autónoma con más inversiones recogidas en sus presupuestos, duplicando la media autonómica. Crecen en 107 millones de euros los gastos en personal, debido al incremento retributivo del 1%, a la devolución de la parte devengada de la extra de 2013 y al refuerzo de las sustituciones, principalmente en el Sergas y en los servicios sociales.

Reducción de los intereses de la deuda

El titular de la Xunta explicó que el informe presentado refleja también que el gasto ejecutado en intereses de deuda se redujo en 92 millones teniendo en cuenta los dos últimos ejercicios. Este importante ahorro es consecuencia también del control del déficit y de la deuda pública que viene efectuando la Xunta en los últimos años, recalcó. De hecho, Galicia es la comunidad autónoma en la que menos creció la deuda pública desde el año 2009, y en la actualidad mantiene un endeudamiento seis puntos inferior a la media autonómica.

En el capítulo de los ingresos, el documento refleja el efecto que tuvo la bajada de impuestos aprobada por la Xunta desde enero de 2016, y que supuso la supresión del impuesto de Sucesiones para el 99% de los gallegos cuando reciben una herencia de un familiar directo; la rebaja del IRPF para el 98,5% de los contribuyentes; y la puesta en marcha de un programa de impuestos cero en el rural. Esta rebaja de impuestos tuvo un impacto en su primer año de aplicación de 41 millones de euros, un impacto que será mayor en el ejercicio 2017, cuando tenga efecto en la recaudación de la comunidad autónoma la rebaja del IRPF para 2016, y tenga pleno efecto la rebaja del impuesto sobre sucesiones.