La federación renueva su directiva
Fegaes trabajará en la consecución de apoyos específicos para el despliegue de nuevos combustibles
Será vicepresidenta de Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes) Lourdes Franjo Sotelo, de la Asociación provincial de Lugo; el tesorero es desde ahora el presidente de la Asociación de Pontevedra y hasta ahora presidente de Fegaes, Benigno Redondo, y la secretaria, la presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Ourense, Fara Pérez Bellido. Fegaes está formada por las cuatro asociaciones provinciales de Galicia.
Esta nueva junta directiva afronta un futuro caracterizado por la incertidumbre sobre el o los modelos de negocio que se impondrán en el mercado y sin tener claro aún los cambios que ello supondrá para los empresarios del sector.
Entre los objetivos de esta nueva dirección está la promoción del diseño de un marco de apoyo específico para el despliegue de los nuevos combustibles alternativos a través de las estaciones de servicio. También Fegaes quiere asegurar el acceso del sector a los fondos Next Generation EU, como instrumento para la implantación de los nuevos modelos de estaciones de servicio: nuevos combustibles alternativos, nuevos servicios, etc.
Fegaes acaba de terminar la elaboración de su Plan Estratégico, una hoja de ruta que aborda los principales desafíos a los que se enfrenta el sector. En este sentido los más de 300 socios de la entidad apuestan mayoritariamente por el actual modelo atendido para Galicia. Un modelo afincado en el territorio, que genera más de 2.000 puestos de trabajo, cuyos beneficios quedan en Galicia y donde la seguridad está garantizada por la presencia de personal cualificado.
Fegaes tiene también la intención de promover una campaña para que, al igual que con las operadoras eléctricas, se rebaje el IVA de los combustibles. Los dirigentes de las estaciones de servicio gallegos reclaman que se les aplique la misma vara de medir, ya que más del 50% del precio del combustible está compuesto por impuestos. Las estaciones gallegas arrastran el estigma de trabajar con precios altos y los ciudadanos deben saber que esos precios son consecuencia directa de la abultada carga impositiva que soporta el sector.