Estudio "Nuevas demandas para el rural gallego"
Expertos concluyen la necesidad de diversificar la base económica del rural gallego
Desarrollar actividades que permitan una diversificación de la base económica de los espacios rurales, partiendo del potencial de recursos existentes pero apostando por la diversificación y la innovación bajo una estrategia de marca país. Esa es la propuesta general del estudio "Nuevas demandas para el rural gallego" presentado por el Foro Económico de Galicia en el Centro Social Abanca de Santiago de Compostela.
El documento elaborado por los economistas y profesores José Manuel Andrade Calvo, director de la Fundación Juana de Vega, y María Xosé Vázquez Rodríguez, miembro del grupo de investigación de Economía de los recursos naturales y ambientales de la Universidad de Vigo, analiza la situación actual del medio rural desde una perspectiva global.
El estudio se centra en las temáticas del paisaje, la biodiversidad, las actividades agroforestales, los servicios, las nuevas actividades y la lucha contra el cambio climático para examinar una estructura económica en plena transformación.
Los autores del informe afirman que "para mantener un rural vivo que cumpla con su función tradicional y que además dé respuesta a los nuevos usos y nuevas demandas sociales, es necesario mantener su multifuncionalidad, mediante una planificación pública idónea y programas y medidas específicas".
Andrade y Vázquez proponen entre otras medidas la creación de una "ventanilla única para el emprendimiento agroalimentario", capaz de asesorar y gestionar los principales trámites burocráticos de los emprendedores.
Los expertos del Foro examinan las limitaciones y las oportunidades de las distintas áreas de actividad en el rural gallego para elaborar una serie de propuestas de actuación. Según los autores del estudio, la economía agraria precisa de una decida intervención de la administración pública que permita la adaptación a los nuevos usos y una diversificación empresarial acomodada a las demandas actuales del mercado en todos los campos: desde los usos turísticos al aprovechamiento energético.
Algunas de las principales medidas propuestas son la conservación del paisaje y el patrimonio natural y cultural implícitos, mejorando la planificación de base para la ordenación territorial; la conservación de la biodiversidad, equilibrando los tipos intensivos y especializados de producción agroganadera con el apoyo al desarrollo de productos diferenciados y de calidad, siguiendo el ejemplo de las denominaciones de origen vinícolas. También el fomento del emprendimiento para impulsar una mayor capacidad de transformación industrial y de generación de valor añadido en las actividades del rural. Asimismo apuestan por el desarrollo turístico en la búsqueda de un producto turístico desestacionalizado y de calidad; y ven necesaria la mejora de los servicios para los habitantes del rural, prestando atención al asentamiento de población no agrícola que tiene un papel crucial en la diversificación de las actividades económicas. Por último, consideran que la prevención del fuego, la apuesta por la función ambiental y social del monte gallego y el impulso de actividades de economía circular o bioeconomía son tareas urgentes.
El estudio presentado nace de la reunión celebrada el pasado mes de junio por el Foro Económico de Galicia en el complejo enoturístico de las Bodegas Casal de Armán, en Ribadavia.