Francisco Conde defendió un sector eólico capaz de conjugar el progreso económico y la creación de empleo con todas las garantías ambientales, legales y técnicas. En este sentido, expuso el vicepresidente de la Xunta en su intervención en el Parlamento de Galicia, se están compaginando medidas de agilización administrativa con el total respeto a estas garantías. Entre las medidas adoptadas destacan el plan sectorial eólico, con la prohibición de implantar nuevos parques en espacios de Red Natura, la moratoria de año y medio en vigor desde principios de año para tramitar con las máximas garantías cerca de 300 expedientes, la limitación en la distancia de los aerogeneradores con respeto a los núcleos de población -pasando de 500 metros a cinco veces la altura del aerogenerador-, o la prioridad para los proyectos que destinen, cuando menos, un 50% de la energía que produzcan a la industria asentada en Galicia.

Un trabajo que se está realizando con la máxima transparencia a través de la red de información provincial a los ayuntamientos, la oficina para orientar a los propietarios de terrenos o la guía divulgativa sobre la tramitación de proyectos eólicos, detalló el conselleiro de Economía, Industria e Innovación

Tramitar no es autorizar

Conde incidió en su discurso en que tramitar no es autorizar como tampoco lo es declarar un proyecto de especial interés. Así enfatizó que no se aprobará nada que no se ajuste a la normativa y recordó que la Xunta no aplica la tramitación exprés aprobada por el Gobierno y que exige una evaluación común para los proyectos en tramitación. En este sentido el vicepresidente apuntó que en los dos últimos años desde la Xunta se emitieron más de 2.400 informes en relación con proyectos eólicos. También se ha solicitado al Gobierno central que amplíe los plazos de tramitación recogidos en el Real Decreto Ley 23/2020 para facilitar el desarrollo de los proyectos eólicos.

El Gobierno gallego defiende la importancia de reforzar la capacidad de generación renovable de la Comunidad para hacer frente a la situación actual de elevados precios energéticos. Esta apuesta incluye también el hidrógeno verde, los gases renovables, los biocombustibles, la eólica marina o el almacenamiento energético.