Durante la rueda de prensa de presentación de los Presupuestos Generales del Estado de 2017, el secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya, ha anunciado que las monturas para gafas graduadas, lentes graduadas y otros productos para su uso pasarán a tributar al tipo reducido del IVA del 10%, en lugar de al general del 21% por el que tributaban actualmente. Así, se consigue que la montura se considere también producto sanitario, como soporte de lentes graduadas o correctoras y que precisa de la adaptación individualizada para cada paciente de un profesional colegiado óptico-optometrista.

Según valoran en un comunicado, "pocas cuestiones han causado tanta inquietud entre el colectivo de ópticos-optometristas y usuarios al encarecer un producto sanitario de adaptación individualizada". La alarma surgió a raíz de una respuesta a una pregunta vinculante dada por la Dirección General de Tributos a un importador, en la que se decía que las monturas para gafas graduadas había que aplicarles el tipo de IVA del 21% al realizar los trámites de importación en la aduana, IVA que a su vez tiene que repercutir al establecimiento de óptica, en vez del 10% que es el que le corresponde a las gafas graduadas en el momento de su venta al usuario, al igual que a los lentes de contacto y sus productos de mantenimiento.

La reclamación económica con efecto retroactivo sobre los años 2015 y 2016 es una cuestión que queda pendiente de resolver y desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas adelantan que se trabajará a nivel político, administrativo e institucional para poder evitarla.