Cofer recuerda que la construcción de las fragatas F‐110 no garantiza que quede cubierta la ocupación del astillero Ferrol‐Fene, por lo que es necesario contar con más proyectos en el horizonte de los próximos años. De entrada, sostiene su presidente, Cristobal Dobarro, las necesidades de modernización y renovación de la flota de la Armada española requerirían de una planificación adecuada que permita tener en cartera la construcción de nuevas unidades.

El presidente de Cofer recordó que muchas de estas unidades están agotando ya su ciclo de vida y es necesario ir desarrollando proyectos para renovarlas. Si se hace de manera planificada, insistió, “no tendría por qué haber parones en la carga de trabajo, porque las necesidades de la Armada ya cubrirían una parte importante de la ocupación del astillero”. Añadió que lógicamente este trabajo de Navantia ‐de la que recordó que es una empresa pública y por lo tanto está perfectamente justificado su papel en la renovación de la flota de la Armada‐ tendrá que completarse con los concursos internacionales a los que acceda Navantia; pero en este caso los resultados no se pueden anticipar, señaló Dobarro.

Dobarro hizo valer también el argumento de que la Armada tiene cada vez más responsabilidades y realiza un mayor número de despliegues a nivel internacional, por lo que necesita una inversión pública que mantenga sus unidades en las condiciones adecuadas.

Por otra parte, el presidente de Cofer indicó en que, en este momento de contracción económica debido a la situación sanitaria, se hace más necesario que nunca que la administración apueste por la inversión pública en infraestructuras productivas ‐como es el caso del astillero 4.0‐ de manera que estas  contribuyan a medio y largo plazo a la recuperación de la economía.