De no ser atajada esta nueva fase, “se acrecentarán las desigualdades sociales y la miseria”, alerta la asociación
Círculo aboga por "una lealtad institucional inquebrantable” ante la pandemia
A juicio de Círculo de Empresarios de Galicia, la situación de emergencia nacional obliga “a desterrar la disputa y los intereses políticos y a anteponer las soluciones para la crisis sanitaria”. De no ser atajada radicalmente esta nueva fase de la pandemia, Círculo teme que se acrecentarán “las desigualdades sociales y la miseria”.
“No es el momento que vivimos el mejor para predicar la austeridad económica- más bien al contrario-, pero sí para reclamar un control riguroso de lo público”, señala el documento, donde se considera necesario que nuestro país comience a plantearse “seriamente las reformas necesarias que permitan, en el futuro, una gestión socioeconómica racional, eficaz y solidaria”.
El manifiesto, que resalta el papel que debe desarrollar en este período la Unión Europea, so pena de “perder peso en el nuevo orden mundial”, incluye medidas que, a corto, medio y largo plazo, debe abordar España para afrontar esta crisis y relanzar nuestra economía.
Así, para el plazo inmediato, cita la perentoriedad de optimizar todos los recursos sanitarios, públicos y privados, “para no repetir la sobrecarga inhumana de la primera fase de la pandemia en los primeros, frente a la impotencia de los segundos, dotados con recursos que en la mayoría de las comunidades no fueron utilizados ni reclamados”.
Del mismo modo, urge extender las infraestructuras tecnológicas a todo el territorio español, con el objetivo de no ahondar la brecha digital y garantizar a toda la población el derecho a la educación, al trabajo, a las relaciones personales (no físicas) y a los trámites administrativos. Ligado a estos últimos, Círculo considera imprescindible la digitalización de los servicios administrativos, para evitar que la pandemia paralice expedientes que afectan a proyectos y/o inversiones empresariales.
Propuestas a medio y largo plazo
Para el medio y largo plazo, Círculo cita en primer lugar una reforma laboral, que debe contar con todos los agente sociales. “No es de recibo que, frente lo que ocurre en países de nuestro entorno, (el empleo) sea siempre el eslabón más débil en caso de crisis”.
Armonización fiscal y unidad del mercado nacional, así como una ‘poda’ legislativa “que dé racionalidad y congruencia a las miles de normas salidas en los últimos años de nuestros parlamentos”, son reivindicaciones del Círculo que, en su opinión, contribuirían a animar la inversión empresarial.
Asimismo, considera imprescindible una reforma fiscal que, “de una vez por todas, encare el problema de la economía sumergida y el gran fraude fiscal”, en los que la Inspección Tributaría debería centrar sus esfuerzos. Dentro de este apartado, es preciso igualmente claridad normativa para evitar la litigiosidad tributaria que, pese al elevado grado de fallos a favor del contribuyente, “bloquea cantidades significativas durante largos periodos, paralizando así a menudo inversiones empresariales”.
Finalmente, Círculo repara en que incrementar la productividad es la única garantía de competitividad y salarios dignos, y para ello hay que definir una política industrial que prime el desarrollo de procesos e I+D+i, “dejando de lado políticas de subvenciones a las que no se hace seguimiento,para apostar por proyectos volcados en obtención de resultados, creación de empleo e internacionalización.”.
“España no puede aspirar a ser un país de bajo coste ni limitarse a replicar productos que surgen de procesos gestionados por terceros, una situación que provoca una alta dependencia de decisiones de entidades ajenas/insensibles a las peculiaridades y necesidades propias”