El impacto de la medida supondrá que las empresas perjudicadas tendrán graves dificultades de tesorería a corto plazo, al tener que adelantar pagos a Hacienda en un mes en el que ya se acumula el abono del trimestre del IVA y el reparto de dividendos de final de año. Todo ello, desde el punto de vista de la Confederación, afectará a la programación de nuevas inversiones.

“Desde la CEP consideramos que la medida es un resultado más de la inestabilidad política que atraviesa España. La falta de un Gobierno fuerte y solvente obliga a tomar medidas in extremis que dificultan la actividad en condiciones normales de las empresas y desequilibran la hoja de ruta que ya tenían fijada para este ejercicio”, expone Jorge Cebreiros, Presidente de la Confederación pontevedresa.

A su modo de ver todas estas restricciones afectarán de forma negativa a la creación de empleo en un momento muy delicado para el mercado laboral, y recordó que el 80% del empleo lo genera el sector privado.

La Confederación advierte que también será inevitable el impacto en la programación de inversiones y en la propia competitividad de las empresas, que a su vez repercutirá en el nivel de exportaciones, debido a la alta incidencia de las empresas pontevedresas en los mercados internacionales.

“Los empresarios somos conscientes de las dificultades actuales, pero debemos señalar que el déficit no se rebaja solamente aumentando la recaudación, que proviene del pago de impuestos de las empresas”, subrayó Cebreiros, quien incidió en que el Ejecutivo debe esforzarse por “actuar sobre los gastos, disminuyendo e incluso eliminando aquellos gastos innecesarios y, sobre todo, los que no son productivos para la economía nacional”, recalcó.