La inflación no ha hecho mella en el auge de la demanda de alimentos ecológicos
El auge de la agricultura ecológica en Galicia: una apuesta sostenible ante la creciente demanda de productos orgánicos
Según los datos del Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) la superficie ecológica en Galicia ha crecido un 127% en los últimos diez años, pasando de las 14.167 hectáreas en 2010 a 32.209 en 2021. Y tan solo en el pasado año se incrementó un 42% Aún así, teniendo en cuenta que la Unión Europea pretende alcanzar el objetivo de que un 25 % de la superficie esté dedicada a la agricultura sostenible en el 2030, en Galicia todavía queda mucho camino por recorrer en Galicia, ya que en la actualidad se ronda el 5 %.
La agricultura ecológica tiene por objetivo conseguir alimentos de máxima calidad respetando el planeta. Para ello, se utilizan métodos de cultivo biológicos y mecánicos y recursos naturales de manera óptima, para no malgastarlos. Este tipo de cultivos preserva la fertilidad de la tierra y previene la tan temida desertización del terreno. En la agricultura orgánica se evita el uso de productos químicos como pesticidas que sí se utilizan con asiduidad en la agricultura convencional y resultan perjudiciales para el entorno natural. Y es que el cuidado al medio ambiente prevalece sobre el rendimiento e incluso sobre el beneficio económico en pro de las futuras generaciones.
El sector agrícola se enfrenta a otro gran reto, el del óptimo aprovechamiento del agua. España se sitúa entre los 44 países con niveles más altos de estrés hídrico, lo que significa que cada año se consume más del 40% del agua disponible. La agricultura sostenible experimenta con microorganismos y soluciones que permitan sacarle el máximo partido a cada gota de agua, favoreciendo que las raíces de los cultivos aprovechen mejor los nutrientes.
Además de ser beneficiosa para el ser humano y para el planeta, la agricultura sostenible también ayuda a los animales; ya que permite preservar sus hábitat naturales. Muchas aves y otros animales continúan habitando en cultivos ecológicos; lo que no podrían hacer en áreas dedicados a la agricultura convencional o masiva.
Este boom de la agricultura ecológica responde al incremento exponencial de la demanda de este tipo de alimentos por parte de los consumidores, que están cada vez más concienciados y apuestan por los productos ecológicos. Ni siquiera el alza del precio de los alimentos ha logrado frenar esta tendencia en auge. Aún así las cifras siguen muy alejadas del centro y norte de Europa donde el consumo de alimentos ecológicos está plenamente normalizado. Los consumidores de productos orgánicos tienen una doble motivación. Por un lado, el cuidado del medio ambiente y el bienestar animal, optando por generar el menor impacto medioambiental. Y por otro, persiguen llevar una alimentación más saludable para ellos y sus familias que les permita prevenir ciertos males y enfermedades derivadas de la mala alimentación.