Enrique Mallón, secretario general de Asime, hizo un llamamiento al diálogo y al acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo. “La oferta de la parte empresarial es generosa y razonable. Debemos evitar la conflictividad, no podemos permitir esta situación, que agrava la situación del sector, ya de por sí castigado por la actual crisis de suministros, materias primas y energías que está sufriendo el sector”, señaló.

La industria del metal, relatan desde Asime, se aqueja desde hace meses de la situación de extrema gravedad que se vive con la escasez y encarecimiento de las materias primas. Desde Asime apuntan a que productos como el paladio o el cobre han duplicado su valor, mientras que el aluminio se ha encarecido un 80%, a la vez que el gas cuesta 10 veces más que hace un año y los aceros tres veces más. Esto viene agravado por la invasión de Rusia, país que concentra el 40% de la producción mundial de paladio, segundo productor mundial de aluminio primario y proveedor del 40% del gas que llega a Europa; con unos costes energéticos que han hecho parar ya a varias industrias electrointensivas en toda Europa.

Todo esto está provocando una “tormenta perfecta que ha tirado por tierra las previsiones del sector para este año. Estamos ante un grave problema de desabastecimiento de materias primas que está retrasando los proyectos y la senda de la recuperación. En este contexto, el conflicto abierto en el seno de la negociación del convenio de A Coruña es lo último que se necesita, es una situación que debe ser atajada cuanto antes entre todos los actores implicados. Hay que retomar la senda del diálogo y buscar un acuerdo razonable que sea acorde a la situación actual que atraviesa el sector, ya que la estabilidad es necesaria para relanzar nuestra industria y seguir siendo vector de crecimiento y empleo”, afirmó Mallón.

Discrepancias en la negociación

Las principales discrepancias entre las partes se centran en aspectos como las actualizaciones salariales, donde la parte sindical -señalan desde Asime- demanda incrementos con actualización anual en base al IPC, algo que desde Asime consideran contraproducente por la elevada inflación que se vive actualmente y abogan por la moderación salarial, “de lo contrario, la incertidumbre y la volatilidad harán imposible sostener la actividad de algunas empresas”.

Así mismo, existen discrepancias en la reducción de la jornada anual, algo que desde Asime consideran negativo dado que “la competitividad de las empresas se vería gravemente afectada”; y otro punto sobre el que no hay acuerdo es la subrogación. "Nuestra industria es sólida, como ha demostrado resistiendo en los peores momentos de la pandemia. Tenemos el músculo para impulsar la recuperación, pero para ello es necesaria la estabilidad”, concluyen desde la entidad.

En lo que llevamos de mayo, el sector metalúrgico coruñés, en el que trabajan más de 16.000 personas, ha vivido cuatro jornadas de huelga, convocadas por los sindicatos CIG-Industria, CCOO-Industria y UGT-FICA, en demanda de un convenio colectivo que garantizase el poder adquisitivo de los salarios.