La patronal del metal considera "inadmisible" la actuación de la multinacional estadounidense
Asime exige a Alcoa una salida para la fábrica de San Cibrao
Después de rechazar la venta de la planta de aluminio primario de San Cibrao a Liberty House y la oferta de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Asime ha querido mostrar su condena ante la actuación de Alcoa. Enrique Mallón, secretario general de Asime, declara que "si no le ha resultado de interés la oferta de Liberty House, Alcoa debe al menos negociar con buena fe y hacer todo lo necesario para transmitir la planta a la SEPI, no aceptaremos otra salida, es inadmisible la actitud de la empresa”.
Desde la patronal del metal critican que Alcoa pueda pretender reducir la capacidad productiva de nuestro territorio para subir con ello el precio del aluminio. “Podemos respetar los intereses privados de Alcoa, pero el interés empresarial debe ir ligado a una competencia justa. No consentiremos que se perjudique al propio sector del metal y a la industria gallega en general por los intereses particulares de una empresa en concreto”.
“No se le pide a Alcoa que pierda negocio, se le pide que asuma su responsabilidad compartida. Después de los beneficios que le ha dado esta comarca y el apoyo de los gobiernos en subvenciones y ayudas millonarias, lo mínimo exigible es que facilite la transmisión de la planta, sea a un inversor privado o a la SEPI, pero esa capacidad productiva debe quedarse en Galicia”, añade Mallón.
Desde Asime recuerdan que el cierre de la planta y el ERE propuesto ahora por la empresa afectaría a 500 empleos directos y a más de 1.200 indirectos, impactando en muchas actividades del sector del metal como son las construcciones y estructuras metálicas, la automoción o el naval. “Se trata de una planta estratégica en términos de empleo de la que además depende el 80% de la población de la comarca de A Mariña, es inadmisible perderla”.
Mallón quiso felicitar así mismo la coordinación entre la administración central y autonómica, y les instó a exigir su transmisión para evitar el desmantelamiento de la industria en la comarca y el conjunto gallego. “Las administraciones deben hacer todo lo que esté en su mano, incluso si esto implica medidas más duras que pasen por reclamar la devolución de los 800 millones de euros en ayudas públicas que estaban condicionadas al mantenimiento del empleo, condicionar la concesión del puerto de San Cibrao, exigir la gestión de la balsa de lodos rojos de la factoría o, en última instancia, la expropiación”.
Desde Asime destacan además que Alcoa quiere parar las cubas de electrólisis por ser las que más energía consumen, pero el proyecto de Liberty House incluía incluso una parte de autogeneración de energía que acabaría con el problema del coste energético ligado a este tipo de producción de la industria electrointensivas, por lo que “no se entiende la negativa a considerar un proyecto viable como el que estaba sobre la mesa”.
Asime insiste en que no se debe permitir este desmantelamiento industrial y que todo el sector del metal, que representa el 20% del PIB de Galicia, continuará reclamando con contundencia una salida para la planta de San Cibrao.