El empleo crece un 3% y las exportaciones un 55%
Asime confía en que la recuperación industrial se consolide en 2022
“Este ha sido sin duda un año complejo, nos hemos enfrentado a las secuelas económicas de la pandemia, sumadas a un encarecimiento sin precedentes en las materias primas y energías. Sólo el transporte marítimo de contenedores está hoy un 224% más caro que hace un año, a lo que hay que añadir el aluminio (40%), cobre (63%), otros metales (17,6%) y los records históricos en la luz. Todo ello ha ralentizado más de lo que nos gustaría la recuperación económica del sector”.
“Aun así, la industria del metal y sus tecnologías asociadas ha recuperado gran parte de su músculo, con unas cifras de empleo que crecen casi un 3% y un alza del 55% en las exportaciones en este último semestre del año. El 2022 tiene que ser sin duda el año de la recuperación. El sector industrial podría recuperar niveles previos a la pandemia a finales del primer trimestre del 2022, siempre que los fondos europeos comiencen a llegar con mayor fluidez”, destacan desde Asime.
En ese sentido, Asime destaca positivamente que 2021 concluya con la aprobación de los 3.000 millones de euros del PERTE de automoción, “un hito importante que debe sin embargo abrir la puerta a la canalización de los fondos europeos a toda la cadena de valor de la industria. El éxito de este nuevo “plan Marshall” reside en gran parte en la permeabilidad de las ayudas a las pymes, que en muchas ocasiones no pueden acometer grandes inversiones en innovación y digitalización sin un respaldo relevante de apoyo público. De eso se tratan estas ayudas, que confiamos ayuden a crecer y recuperarse en sectores clave como el industrial”.
Retos para 2022
De cara al año 2022, Asime destaca la necesidad de abordar varios retos importantes, entre ellos, “la relocalización europea de materiales estratégicos debe ser una prioridad, a la vez que trabajamos por reimpulsar la oferta a nivel internacional y conseguir cadenas de suministros más trazables y transparentes, que permitan un mejor control y previsión para evitar caídas y bloqueos repentinos como los que hemos vivido en estos meses, sobre todo en el sector de la automoción con los semiconductores”.
Para todo el sector metal y especialmente para la construcción y reparación naval, desde Asime destacaron que “Es fundamental que haya una nueva propiedad en el Astillero Barreras con experiencia industrial y sobre todo con carga de trabajo actual o prevista, confiamos en ello”. “Respecto a la superficie de espacio público que ocupaba la antigua Vulcano, confiamos que en el nuevo pliego de condiciones se contemple un plazo mínimo de 25 años de concesión para que se presenten con una inversión relevante y sólida que garantice actividad para los próximos años, estamos seguros que habrá candidatos”, añaden desde Asime.
Así mismo, la digitalización marcará para Asime la pauta en el 2022. “En los meses centrales de la pandemia la digitalización permitió a las empresas del sector mantener su actividad y productividad. Un año después, esas mejoras se han mantenido presentes en la inmensa mayoría de los casos, y las inversiones en digitalización no han hecho sino aumentar. Esto constata el cambio de paradigma al que nos enfrentamos, con una industria que camina ya hacia el 5.0 y que podría tener un impacto del 0,11% del PIB español en 2025, y del 0,36% en 2030 (alrededor de 1.300 y 4.500 millones de euros, respectivamente)”. Para ello, Asime pide que las administraciones, en estrecha colaboración con la industria, faciliten el despliegue de infraestructuras inteligentes basadas en el 5G, el IoT, la robótica o la analítica de datos.
Desde Asime destacan también el rol de la transición energética, que tendrá un pilar fundamental en la eólica marina tras la tan reclamada aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo por parte del gobierno central: “Confiamos en que este nuevo marco regulatorio sirva de trampolín para el despegue de esta industria en nuestro territorio, algo que llevamos impulsando en el Galician Offshore Energy Group de Asime desde el año 2013. Con la implantación de parques eólicos marinos en nuestras cosas, podríamos generar hasta 5.000 nuevos empleos de aquí a 2030 y un efecto tractor en 200 empresas. Este es el camino irrenunciable hacia la descarbonización de nuestra economía.
Esa transición vendrá también de la mano de la movilidad del futuro, con el reto de la electrificación, vehículo eléctrico y autónomo, los barcos no tripulados, los drone, etc. Sin embargo, desde Asime destacan que “En este cambio de paradigma, no debemos olvidarnos de que la transición debe ser justa y ordenada. Por desgracia, este año hemos asistido al cierre de numerosas centrales en Galicia y España que se han quedado sin alternativa. Debemos trabajar más firmemente por atraer inversiones y proyectos a esas plantas e infraestructuras que tienen la capacidad de albergar proyectos renovables ligados a los biocombustibles, el hidrógeno y la producción de elementos renovables”.
Por último, la junta directiva de Asime hizo mención al empleo y la formación: “para poder recuperar la competitividad de las empresas se necesitará optimizar procesos y para ello será fundamental potenciar las capacidades digitales y tecnológicas en los trabajadores de toda la cadena de valor".