“Con una pequeña inversión en rehabilitación de eficiencia energética, subvencionada hasta el 80 por ciento, podemos recortar la factura energética de nuestro domicilio desde un 30% hasta un 50 por ciento”, destaca Roberto Medín.

La Xunta, a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), ya publicó hace unas semanas en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la normativa que regulará el Programa 4 de fomento de la mejora de la eficiencia energética de viviendas, y que está dotado en Galicia con tres millones de euros en ayudas. “Esta es una pequeña parte de los fondos; en las próximas semanas llegarán nuevas ayudas que tendrán una mayor dotación presupuestaria”, apunta Roberto Medín Guyatt, quien indica que serán las correspondientes al Programa 3 de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio y al Programa 5 de ayuda a la elaboración del Libro del Edificio Existente y la redacción de proyectos de rehabilitación. Para toda España está prevista una inversión de 4.420 millones de euros. ¿Y en Galicia? La cifra rondará los 70 millones de euros anuales en ayudas de 2021 a 2023. El total: unos 200 millones.

Ahorro mínimo de 540 euros anuales

El Consello Galego de Colexios de Aparelladores e Arquitectos Técnicos calcula que una vivienda media de Galicia podría ahorrar en torno a los 540 euros anuales en su factura de la luz si acomete una obra de eficiencia energética, regulada por el Programa 4 de los fondos Next Generation. Una de las actuaciones subvencionables fija una reducción del consumo de energía primaria igual o superior al 30 por ciento a través de aislamiento. “Ese porcentaje se traslada también a la factura energética de la vivienda unifamiliar que afronte la obra”, asegura José Manuel Grandío, coordinador de la Comisión de Rehabilitación Energética del Consello Galego, quien señala que “como mínimo nuestro recibo de la luz se recortará un 30 por ciento”. La operación que explica ese ahorro es sencilla. Una vivienda unifamiliar que gaste 150 euros al mes en energía (1.800 euros al año) podrá ahorrar en torno a 540 euros en cada ejercicio. El presupuesto de la obra sumará un máximo de 7.500 euros, de los cuales 3.000 euros serán subvencionados. Pero el Programa 3, dirigido a comunidades de propietarios y que pronto estará operativo, las subvenciones y ahorros serán mucho mayores.

El Consejo General de la Arquitectura Técnica en España (CGATE), al que pertenecen los colegios de la Arquitectura Técnica de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, integrados a su vez en el Consello Galego de Colexios de Aparelladores e Arquitectos Técnicos, presentó hace unas semanas una calculadora que cuantifica el coste neto de la rehabilitación energética de un edificio y a partir de las subvenciones de los fondos Next Generation. Los arquitectos técnicos pretenden ayudar así a comunidades de vecinos, administradores de fincas y propietarios de una casa unifamiliar a calcular el coste de los trabajos de rehabilitación energética que serán subvencionados.

Ayudas del programa 4, hasta el 14 de octubre

Para el programa 4 de fomento de la mejora de la eficiencia energética de viviendas ya se pueden solicitar las ayudas gestionadas a través del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS). Deberá ser el domicilio habitual y permanente de los propietarios, arrendatarios o usufructuarios. El coste de las actuaciones tiene que ser superior a los 1.000 euros por vivienda. Y la cuantía máxima de la subvención es del 40 por ciento, con un límite de 3.000 euros. El presupuesto máximo subvencionable: 7.500 euros. El plazo de presentación de solicitudes será hasta el 14 de octubre de 2022.

“Pero lo mejor está por llegar”, afirma José Manuel Grandío, refiriéndose a los otros programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial que llegarán en los próximos meses a través de los fondos Next Generation. Y pone un ejemplo para hacer ver la relevancia que tienen estas ayudas: “Es como si un Gobierno quisiese mejorar la alimentación de una población de un determinado país. Y ofrece bonos para comer en los restaurantes. Por tomar un caldo pagarías 100 euros. Pero si pides un caldo y una chuleta con patatas y ensalada, la cuenta sumaría 40 euros. Y si a ese menú le añades un gran trozo de tarta, entonces, el total llegaría solo a diez euros”. Según José Manuel Grandío, así actúan estas ayudas para la rehabilitación. “Cuánto más elevado sea el presupuesto del proyecto y sea más eficiente energéticamente, más ayuda recibirá quien solicite la subvención de estos fondos europeos”.

Incertidumbres

Algunos nubarrones aparecen en el horizonte y amenazan tormenta en el sector de la vivienda. Es lo que teme el Consello Galego de Colexios de Aparelladores e Arquitectos Técnicos. Esas nubes negras llegan de la mano de los efectos que para todos está teniendo la errática marcha de la economía española. Y ahí están el encarecimiento de la energía y los combustibles y la carencia de materiales básicos en la construcción o las dificultades para encontrar mano de obra cualificada. Grandío cree que el futuro próximo presenta dudas. “La incertidumbre sobre cómo evolucionarán los acontecimientos en los próximos meses puede afectar a la ejecución de los fondos Next Generation”. Y pone un ejemplo: “Los constructores y promotores están dando presupuestos con validez de 10 a 15 días; si pasadas dos semanas no se hizo el acopio de materiales, ya no garantizan ese precio”. También conoce casos de “empresas que paran su actividad temporalmente porque no tienen materiales para trabajar”.

El experto del Consello Galego teme que la coyuntura actual nos lleve a un “desastre”. ¿Por qué? “Porque se puede dar la circunstancia de que nos den mucho dinero procedente de la UE que no podremos invertir, que no podremos gastar”. Incluso teme que “no haya suficientes empresas para ejecutar tanto volumen de proyectos de rehabilitación que saldrán al mercado”.

Por su parte, Roberto Medín Guyatt, alerta de que “si no se pueden ejecutar una parte importante de los fondos Next Generation asignados para 2022, y que dependen en gran parte de la construcción; dichos fondos se perderían, según la actual normativa”. E incluso va más allá: “Además se comprometería la recepción de fondos futuros al incumplirse los compromisos de ejecución adquiridos ante la Unión Europea.